Hola, soy Sara

Vivo en el barrio de Las Águilas, estudio Sociología (3º año) y compagino la carrera con varios trabajos,
entre ellos dar clases en una academia de inglés.

No te voy a mentir: es un esfuerzo grande, a veces caótico, pero me hace feliz.
Porque enseñar me conecta con algo muy profundo que viene de hace años.

Todo empezó en el salón de Margarita

Tenía unos ocho años cuando mis padres decidieron buscar una profe particular,
el inglés y las mates me traían por la calle de la amargura.

Así apareció Margarita.
Una profesora que no era la mejor ni la peor, pero que ponía el alma en cada clase.

Estaba estudiando su carrera, como yo ahora,
y nos daba clase en el salón de su casa: una mesa de madera, un reloj que siempre sonaba a mitad de dictado
y olor a café con galletas.

Al principio era solo yo.
Y poco a poco se unieron mis hermanos y algunos niños del cole.
Y entonces… bueno,
imagina el caos: tres hermanos que se picaban por todo,
compañeros de clase que se reían a escondidas, lápices volando
y Margarita, en medio de todo aquello, paciente como una santa.

A veces el ruido ganaba la batalla y nos costaba concentrarnos,
pero de alguna manera la clase salía adelante.


No sacábamos dieces, pero entendíamos.
Y cuando por fin entendía algo que llevaba semanas resistiéndose, ella sonreía y decía:

“¿Ves? Si lo entiendes una vez, puedes entenderlo siempre.”
Y tenía razón.

El inglés empezó a gustarme. Las mates dejaron de ser un monstruo.
Y lo más importante: aprendí que aprender no se trata de ser perfecto,
sino de tener a alguien que cree en ti incluso cuando tú no lo haces.

De alumna perdida a profe con propósito

Años después, mientras estudio mi carrera y trabajo,
me doy cuenta de que lo que realmente me llena es enseñar.
Porque cada vez que un niño me dice “¡ahora sí lo entiendo!”,
me acuerdo de esa niña que fui yo, sentada en el salón de Margarita.

Esa sensación de entender por fin algo que parecía imposible es mágica.
Y es justo lo que quiero regalar a otros niños.

Así son mis clases ahora

Doy clases de refuerzo escolar para niños de Primaria y 1º y 2º de ESO,
igual que hacía Margarita con nosotros.
Pueden ser en mi casa o a domicilio, según lo que prefieras:

🏠 En mi casa (Aviación Española)15 €/hora
🚗 A domicilioa partir de 25 €/hora

Mi objetivo no es solo que tu hijo apruebe, sino que recupere la confianza en sí mismo,
que entienda que puede aprender sin miedo ni frustración.

Trabajo con paciencia, humor y cariño, porque cada niño tiene su propio ritmo y eso está bien.

En clase no faltan los cuadernos, los colores, los repasos, los “¿otra vez, profe?”,
y sobre todo esa conexión que hace que los niños se sientan escuchados y acompañados.

Lo que busco no es enseñar, es devolver

Devolver lo que Margarita hizo por mí:
💛 Su cariño.
📚 Su simpatía.
🌈 Su paciencia infinita.

Si hoy enseño, es porque ella me enseñó a no rendirme.
Y ahora quiero que tus hijos vivan lo mismo:
que estudien sin miedo, con ilusión y con un poquito de caos bonito si hace falta.

¿Te gustaría que tu hijo también encuentre su “ahora sí lo entiendo”?

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